viernes, 28 de octubre de 2016

REVIEW: "GINGER: BEYOND THE CRYSTAL"



El título que hoy nos ocupa supone el mas grande (hasta el momento) en el que se han embarcado los madrileños Drakhar Studio, que nos supone una vuelta a los plataformas de mediados de los 90 como Spyro, Mario 64 o Banjo Kazooie por mencionar unos cuantos. A pesar de la multitud de títulos que habían en esa época, a día de hoy escasean (entre este y el deseado Yooka-Laylee no me vienen a la cabeza mas lanzamientos futuros de este estilo). Comprobemos si esta a la altura de los títulos en los que se inspira.



HISTORIA

Tomamos el papel de Ginger, una criaturita enviada por la diosa del cristal para ayudar a los aldeanos si en algún futuro alguna amenaza aparece. Por desgracia, al poco tiempo el cristal se ve corrompido y los aldeanos empiezan a desaparecer y las tierras se llenan de monstruos, por lo que nuestro querido monigote azul no va a tener tiempo para aburrirse.

Una historia muy simple y cliché que ya ha funcionado bastante bien en plataformas similares, en los que nuestra misión simplemente es salvar al mundo (ni mas ni menos).



JUGABILIDAD

Ginger: Beyond the crystal intenta fusionar dos géneros en uno. Por un lado, tenemos las fases de plataformas de toda la vida, con cámara fija que nos recordaran a clásicos como el primer Crash Bandicoot o otros no tan conocidos como Croc. Durante estas fases nuestro objetivo sera llegar hasta el cristal rojo y devolverlo a su forma original, haciendo frente a multitud de enemigos por el camino y recolectando materiales que sirven a modo de "extra" o objetos ocultos de las fases.

Estos materiales servirán para el otro género que intenta tocar el título: el farming o componente granja. Durante estas fases que ocurrirán en uno de los tres pueblos disponibles, tendremos que rescatar a los aldeanos utilizando los cristales que hayamos recogido durante las fases de plataformas, así como reconstruir los edificios del pueblo con los materiales para aumentar la felicidad de los habitantes.



Conforme vayamos construyendo nuevos edificios y rescatando nuevos aldeanos, algunos de ellos nos ofrecerán misiones secundarias, muy simplonas y que no salen del patrón de recógeme un par de objetos o mata a determinados monstruos. Estas quests son muy soporíferas y su única razón de ser es la de alargar la vida del juego y que tardemos más tiempo en desbloquear el portal de la fase de plataformas siguiente.

Lo mismo se puede decir del componente gestión de todo el título, ya que ademas de rescatar aldeanos y reconstruir casas no haremos nada diferente o nuevo, cayendo este modo en la mas profunda monotonía y deseando llegar a la siguiente fase de plataformas. Le salvan quizás unas fases bonus para colectar cristales, pero a la larga también llegan a hacerse pesadas.



Por desgracia, las fases de plataformas también presentan numerosos problemas, sobre todo debido al pésimo sistema de combate. Ginger ataca con sus puños, y el rango de ataque es muy limitado, lo que se traduce en que la mayoría de enfrentamientos resultemos heridos a la hora de atacar. Esto no es tan notorio contra enemigos que mueren de un golpe, pero en los que requieren mas para ser eliminados se traduce en una perdida de vida segura.

Una de las mecánicas que si nos ha gustado mucho (y es la que mas guiños a títulos similares ofrece) es la de los disfraces, muy del estilo de la saga Gex. Contamos con 6 disfraces y cada uno nos dará ventajas tanto directas como algunas necesarias para desbloquear ciertos caminos o secretos, aumentando la rejugabilidad de estos niveles teniendo que volver a visitarlos cuando los tengamos todos en nuestro "armario". Por ejemplo, hay caminos en los que solo podremos pasar con el traje de ratón y reduciendo nuestro tamaño, o rutas que se desbloquean al tocar cierta melodía con el traje de bardo, con un minijuego músical muy similar a cierta aventura mítica de la Nintendo 64...




Estos disfraces ofrecen algo de variedad a unos niveles que, tristemente, no están muy inspirados y se nos hacen bastante repetitivos a la larga (a pesar de gozar con un buen diseño). En ciertos niveles se nos requerirá cumplir un requisito u objetivo para llegar al cristal del final, y es en estos momentos donde se agradece que se haya intentado darle algo de variedad al título... antes de volver al pueblo y hacer lo mismo una y otra vez hasta desbloquear el siguiente portal.

La idea de tener que "farmear" antes de desbloquear el siguiente nivel no es nueva. La saga Spyro lo hacía y salía victoriosa en su empeño, pero aquí no es todo lo dinámico que debería y salen a relucir las costuras mucho antes de lo que debiera.


En resumen, debajo de todos sus problemas Ginger: Beyond the crystal ofrece buenas ideas y una aventura medianamente entretenida, pero para saber perdonar todas estas fallas tienes que ser bastante fan del género y ser fan de los títulos en los que se inspira, porque sino me temo que aquí no tienes nada que ver.



PRESENTACIÓN

No sabemos si el irregular apartado técnico del título se debe a la nula experiencia del estudio en consolas de sobremesa o que el motor gráfico utilizado no es el apropiado (no lo hemos probado en PC), pero con un apartado técnico tan simplón, con una presencia casi nula de efectos de post-procesado nos parece imperdonable que el frame-rate se mantenga por debajo de 30 fps durante la mayoría de la aventura.

La falta de optimización del título es palpable a las pocas horas de aventura, ya que lo mismo hay fases que se mantienen en 60 fps estables como una roca y inmediatamente llegar al pueblo y ver como va a 20 a duras penas.

Es una lastima y esperemos que se resuelva en un futuro parche, porque el apartado artístico y el diseño de los niveles si que son resultones, y son capaces de ponerte una sonrisita en la cara con mas de un nivel claramente inspirado en grandes clásicos del género.



MÚSICA


Aunque tampoco es que sea excelente, la música si que ofrece melodías muy bonitas y pegadizas propias del género, que adaptan a la perfección el nivel o jefe al que acompañan.

Eso si, la melodía de los pueblos si que se puede hacer algo cansina, de las veces que vais a tener que escucharla. Un trabajo que cumple sin mas.



CONCLUSIÓN

Me resulta muy duro criticar tan duramente un título como este, pero su irregular apartado técnico y sus mecánicas no tan pulidas lo alejan de lo que debería haber sido, porque por desgracia en ciertos momentos si que se ve la grandeza del título, de hacer un plataformas bonito y sin pretensiones que nos devuelva a los tiempos de la Play 1 o la N64.

Sólo los amantes de esta clase de títulos sabrán sacarle el partido a Ginger, ya que el resto no se vera atraído por la propuesta y lo repetitivo que puede volverse harán que quiten el disco de juego mucho antes de lo esperado, amén de que por desgracia no llega a la altura de los clásicos en los que se inspira.

*Nota:  Si arreglan el frame-rate en futuros parches, añadidle un puntito mas a la calificación final.


NOTA:6/10


-Mil gracias a BADLAND GAMES por mandarnos una copia review del título!!-


Análisis realizado por: 
Mariano Miñano

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