La historia tiene lugar en un futuro lejano en el que la tecnología ha avanzado tanto que ha concebido IAs tan complejas que a la primera de cambio se rebelaran y empezaran a crear robots con el fin de hacernos picadillo (¿Terminator?).
Somos James Fletcher, un mercenario que trabaja para la corporación, una agencia de seguridad responsable de que reine el "orden". No tardamos en darnos cuenta que la corporación no es todo lo buena que parece y es posible que este involucrada directamente en la rebelión de las máquinas.
Un argumento que podría caber en una servilleta y un protagonista que es un cliché con piernas, con frases como: "No me gusta beber sólo", "Fui entrenado para esto", "Hijo de...". Lo bueno es que los desarrolladores son conscientes de lo mala que es la historia y la usan solo como mera excusa para lanzarnos a la cara oleadas y oleadas de robots.
La trama avanza en su mayoría a través de escenas estilo cómic (que recuerdan muchísimo a las de Ashley Wood en Portable Ops y Peace Walker) y diálogos por radio durante la partida. El juego no esta traducido (ni voces ni textos) pero ni os daréis cuenta.
PD: Mención aparte al doblaje de serie Z del título, que le da un valor de caspa añadido muy de agradecer.
JUGABILIDAD
El ansiado sabor retro que los desarrolladores han intentado conseguir queda reflejado en los primeros minutos del título, sin ningún tipo de tutorial salvo algunas ventanas de texto que nos indicaran la dirección a seguir. El juego da por hecho que has jugado a muchos shooters, ya que a los pocos segundos nos aparece una oleada de pequeños robots dispuestos a hacernos trizas.
No disponemos de inventario y nuestra única preocupación sera disparar a todo lo que se mueva con las dos armas que disponemos desde el principio de la aventura. Puede que dos armas en un juego de este estilo se antoje escaso, pero conforme vayamos avanzando encontraremos una especie de terminales en los que gastar nuestros puntos de mejora, Allí comprobaremos que cada arma tiene hasta 5 modos distintos.
Por ejemplo nuestra ametralladora puede convertirse en un lanzacohetes o en una escopeta, y nuestro subfusil de plasma puede transformarse en un arma Tesla (idónea para multitud de enemigos pequeños) o un Rail Gun que hace las veces de rifle de francotirador. Además, cada modalidad cuenta con su propio disparo secundario, por lo que averiguar que arma es mejor contra cada tipo de enemigo es lo único que nos garantizara la victoria.
Algo que el título hace muy bien es la sensación de caos en los tiroteos, con unos escenarios repletos de objetos y escombros que se irán destruyendo gracias a nuestros disparos o los de los robots enemigos. Gracias a esto, podemos jugar con el escenario a nuestro favor, ya sea disparando a la multitud de barriles explosivos o a paneles o dispositivos eléctricos, que pegaran un buen calambrazo a nuestros amigos de hojalata.
Es un juego estrictamente lineal, con algún que otro objetivo durante sus fases, pero que perfectamente podría resumirse en ir de A a B. El estilo de juego se asemeja más a la re interpretación del shooter añejo que realizaron títulos como Serious Sam o Painkiller. Es decir, zonas con oleadas de enemigos que hasta que no hayan sido derrotados no podremos avanzar. Nuestra vida no se regenera. así que debemos estar atentos a botiquines y armadura en todo momento.
La variedad viene de la mano de la inclusión de nuevos tipos de enemigos conforme avancemos o los combates contra los jefes finales, algo simples en sus patrones (con zonas naranjas a las que disparar) pero bastante espectaculares. Esta re-edición incluye también un nuevo arma; una katana. La katana se comporta como un sable láser y es muy efectiva contra los enemigos orgánicos, como los zombies, que también son nuevos de esta versión.
La dificultad también ha sido reajustada en esta versión, ya que en el original los enemigos eran esponjas que podían aguantar fácilmente 20 escopetazos a quemarropa. Se agradecen estos ajustes que hacen que el juego sea mas equilibrado y que tampoco rompen la barrera del desafío, con un título capaz de hacerte sudar la gota gorda pasada la dificultad normal.
Tanto este como el original tienen la virtud de contar con un apartado cyber punk muy característico, reminiscente sobre todo a la clásica Blade Runner. Este apartado, unido a un motor gráfico (de cosecha propia del estudio) bastante coqueto que usa muy bien la iluminación, es capaz de regalarnos estampas muy espectaculares y dignas de elogio.
El diseño de los enemigos también es notable, con piezas que van cayendo de sus cuerpos conforme los acribillamos a balazos y un motor de partículas que hace que los tiroteos sean una pasada. La mejora con respecto al original de 2011 es casi inapreciable, ya que solo se han cambiado ciertos shaders y optimizado para que funcione como la seda en consolas de sobremesa.
MÚSICA
La música como no podía ser de otro modo teniendo en cuenta su ambientación, es electrónica con un tempo muy rápido idóneo para acompañar la continua sucesión de disparos del título.
No destaca y tampoco es memorable, pero acompaña bien la acción y algunos temas recuerdan a títulos como Quake 2.
CONCLUSIÓN
Hard Reset: Redux deja claro en todo momento el público al que va recibido; al de la vieja usanza, al del quick save y al del "la salud regenerable es lo peor que existe". Ante la tremenda saturación de shooters modernos, ver algo como esto es poco menos que una bendición, sintiéndose hasta original y diferente.
Es tremendamente lineal y muy corto (unas 6 horas), pero es espectacular en todo su recorrido y muy divertido, con una gran ambientación. Un recordatorio de como eran los shooters de antaño, en envoltorio HD.
NOTA:7/10
-Mil gracias a GAMBITIOUS DIGITAL ENTERTAINMENT y COSMOCOVER PR por mandarnos una copia review del título!!-
Análisis realizado por:
Mariano Miñano
0 comentarios:
Publicar un comentario