Slightly Mad Studios es un estudio indie británico especializado en los juegos de conducción, y que saltaron al ruedo de la mano de EA Games con Need For Speed: Shift. El título era un spin-off de la popular saga que se centraba mas en la simulación que en el tunning que tuvo buena acogida y permitió al estudio parir una secuela dos años después. Pero sin duda, su proyecto mas grande y mimado (y el que les ha hecho ganar multitud de premios) ha sido el fundado por kickstarter Project Cars, el cual recibe este mes la edición de juego del año (que incluye 50 nuevos vehículos y 5 nuevos circuitos entre otros), y nos da la oportunidad a la redacción para ver que nos hemos perdido.
JUGABILIDAD
Justo al pasar el menu principal, el título nos preguntara que clase de dificultad queremos hacer frente, divididas en tres; la primera con todas las ayudas activadas, la segunda (la que un servidor ha usado a la hora de hacer este análisis) es lo mas parecido a un Gran Turismo y un termino medio entre simulación y arcade, y la tercera es sólo apta para los que se tiran mas tiempo configurando los vehículos que jugando. Desde la primera estancia queda evidente lo que intenta conseguir este título; un juego de conducción para todos.
El título puede ser desde una experiencia sencilla y apta para todos hasta el mas competente simulador de conducción que hay en el mercado, ya que a pesar de que debemos elegir que dificultad queremos todas y cada una de las ayudas y opciones de juego son personalizables (desde asistencia en la dirección o la frenada o la velocidad a la que se agota nuestro combustible).
En su elegante y algo confuso menú principal encontramos cuatro modos de juego; Historia, Carreras Individuales, Contrareloj y modo Online.
El modo historia nos permite crear nuestro propio piloto y, como es común en el género, escalar hasta lo mas alto, firmando contratos con diferentes patrocinadores y participando en diversos campeonatos. Lo peculiar del título es que todo esta desbloqueado desde un primer momento, desde vehículos hasta pruebas, y podemos seleccionar la TIER o categoría que queramos. Es decir, que si somos valientes y no queremos empezar desde los mas bajo con los karts, podemos empezar por competiciones de mayor envergadura como las 24 horas de Le Mans o Formula 1.
Desde nuestro calendario podemos ver las pruebas a las que podemos acceder en el momento y si lo deseamos podemos saltar directamente al día que tengamos la competición o saltar directamente a la carrera principal obviando la carrera de práctica o la clasificatoria. Lo malo es que el título presenta ciertas restricciones como poder jugar una prueba única por temporada o la imposibilidad de abandonar un campeonato. De vez en cuando, se nos presentan invitaciones a pruebas únicas que aportan algo de variedad a este modo. A pesar de no ser ninguna maravilla, este modo ofrece bastante inmersión ya que recibimos mails y podemos ver en Twitter que opina la gente de nuestro rendimiento en la pista.
Pero si en algo es donde debe brillar un juego de conducción es en su manejo, y aquí es donde los muchachos de Slightly Mad Studios merecen todos y cada uno de los aplausos que han recibido. Un título que es capaz de toser a los grandes del género con un control exquisito y completamente configurable. Adelantar a un rival y tomar bien una curva se convierten en una pequeña victoria gracias a una competente IA rival y al gran manejo y recreación de cada uno de los coches, ya que no hay uno que se controle igual.
La climatología también es un factor muy importante del título, ya que es variable y podemos repetir la misma carrera varias ocasiones que es poco probable que compitáis con el mismo temporal. Desde lluvias que empeoran la tracción de la calzada a nubarrones con neblina que impiden la visibilidad. En las sesiones mas largas es impresionante empezar soleado y que a mitad de la carrera se desate una tormenta, cambiando completamente tu estrategia y forzándote a parar en boxes para un cambio de neumáticos más adecuados. Es en estos momentos donde mas brilla el título.
Cada uno de los vehículos a nuestra disposición dispone de una cantidad de opciones de personalización en el reglaje alarmante, ya que ahí es donde saca su vena simuladora con mas honra, pero, una imagen vale mas que mil palabras...
Desde la presión de los neumáticos a la altura, pasando por la presión de frenos, la cantidad de opciones asusta de primeras, pero tocando las opciones adecuadas podemos mejorar el manejo de algún vehículo que se nos resista (como los infernales Super Karts).
Además del modo historia, contamos con un modo carrera individual en el que probar cualquiera de los vehículos o circuitos del juego, así como un modo Contrareloj con marcadores online, que es donde reside actualmente el pique del título.
Y por último, no puede faltar el obligatorio modo multijugador, con la inexplicable ausencia de un modo local a pantalla partida limitándonos a carreras online de 16 jugadores máximo (32 en PC) que no ofrecen ninguna recompensa salvo la de inflarnos un poquito el ego. Un modo muy decepcionante y que podría mejorarse con la incorporación de campeonatos o el desbloqueo de mejoras por poner un ejemplo.
GRÁFICOS
La recreación de cada uno de los coches es una pasada, todos y cada uno de ellos con vista interior y cuando vemos a 30 en pantalla durante una competición, es todo un espectáculo. Sin embargo, hay ciertos elementos de los circuitos que tienen un pie mas cerca de la anterior generación que de la actual, como los arboles o carteles, que hacen gala de unas texturas algo simplonas.
Desde la redacción creemos que esto se debe a la poca experiencia del estudio en los nuevos sistemas, y estamos seguros que en la secuela demostrarán todo su músculo técnico (que aquí se demuestra a ratos).
MÚSICA
La música es anecdótica, con un olvidable tema principal en el menu principal y una carencia de temas en el resto de modos que hacen que te olvides que el juego tenía música en un primer lugar.
Pero la única música que de verdad importa en un juego de estas características es el ruido de los motores, las frenadas, el chirriar ruedas, la gravilla.... y aquí si que aprueba y con notable alto.
CONCLUSIÓN
A pesar de la clara intención de los desarrolladores, Project Cars no es un juego para todo el mundo. El hecho de que todo este desbloqueado desde un primer momento puede echar para atrás a muchos jugadores que busquen desbloquear nuevos retos y vehículos. E incluso en sus niveles de dificultad mas bajos sigue ofreciendo un buen desafío.
Sin embargo, su excepcional control y su magnifica recreación de todos y cada uno de los vehículos me hacen catalogarlo como el mejor simulador de conducción que hay actualmente en esta generación de consolas, y todo un triunfo de este pequeño estudio que ha demostrado a los aficionados (versión a versión) lo que se puede hacer en un género tan trillado como este si se tiene mimo y pasión por lo que se hace.
NOTA:8/10
-Mil gracias a BANDAI NAMCO GAMES por mandarnos una copia review del título!!-
Análisis realizado por:
Mariano Miñano
0 comentarios:
Publicar un comentario